Hoy miercoles, tal y como estaba previsto, los compañeros del comité se han concentrado en las oficinas centrales de la empresa, con la esperanza de ser recibidos por el consejo de administración.
Conocedores de la reunión que el consejo mantendría, el Comité de Empresa decidió apostar alto y convocar una concentración en las puertas de las oficinas centrales. Desde primera hora de la mañana, llegaban los compañeros venidos del Campo de Gibraltar que habían madrugado para estar a las 9 en Cádiz. sobre las 9.30, hora prevista solo 10 delegados estaban en República Argentina 2. los mismos que a las 12.30 pondrían fin al acto. Un par de trabajadores se acercaron para arropar al Comité, poco más.
El Consejo que fue llegando poco a poco, fue abordado en la persona de su presidente, por el presidente del Comité para comunicarle que estaban alli para ser oídos en sus demandas, que no son otras que la explicación de la actitud del Director de la empresa de exigir un recorte salarial desorbitado sin aportar claridad en las cuentas.
Dado que la concentración fue un verdadero fiasco, el consejo de administración optó por hacer un mutis que vale su peso en oro para el actual Director de la empresa.
Esta actitud da alas a la parte empresarial en sus pretensiones de aplicar unos recortes económicos y sociales sin precedentes en la historia de la empresa y precisamente el primer año en mas de 15 que obtienen beneficios en la cuenta de resultados.
La pasividad de la plantilla acostumbrada al grito de que viene el lobo, puede tener consecuencias terribles que aunque algunos estén dispuestos a aceptar con tal de mantener su estatus personal, otros no lo vean con muy buenos ojos y lo que puede ser una paz social, acabe como el rosario de la aurora.
Según los auditores, T.G. Comes S.A. debiera haber cerrado hace años, según la legislación están casi obligados a ello. En que situación nos encontraremos a final del verano.
Parece impredecible pero por el humo se sabe donde esta el fuego. Posiblemente tendremos que recordar las palabras de la sultana Aixa a su hijo Boabdil camino de las alpujarras cuando se volvió llorando a ver por ultima vez granada.
" llora como una mujer lo que no has sabido defender como un hombre"
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