10 de febrero de 2017

EL COMITÉ DENUNCIA EL ESTADO DE LA ESTACION DE AUTOBUSES DE LA LINEA

PUBLICADO EN EUROPA SUR

La estación de autobuses acentúa su deterioro por la falta de inversión

  • Los conductores denuncian que los socavones ponen en peligro a los usuarios y a los vehículos
  • También lamentan la pésima imagen que los viajeros se llevan de la ciudad


       

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El mal estado de conservación de la estación de autobuses de La Línea y su nulo mantenimiento ya suponen un riesgo para los cientos de usuarios que pasan por estas instalaciones, que son de propiedad municipal pero está gestionada por la empresa Los Amarillos. Así lo denuncia el comité de empresa de Transportes Comes, en representación de los conductores de los autobuses que tienen que hacer escala en estas instalaciones, que se plantea dejar a los viajeros fuera de la estación si la concesionaria no toma cartas en el asunto.




Aunque Los Amarillos inició en agosto del año pasado la remodelación de la estación, algo a lo que la concesionaria estaba obligada según el pliego de condiciones, no se reformaron todas las dependencias y no fue solventado uno de sus principales problemas, el firme por el que a diario pasan decenas de autobuses, que está repleto de socavones y de baches y que suponen un peligro tanto para los propios vehículos como para los viajeros.

Los viajeros tienen que usar los aseos de un bar porque en la estación no hay aguaLa concesionaria comenzó una reforma el pasado verano que se quedó a medias

Desde el comité de empresa de Comes alertan de que los autobuses no pueden esquivar estos socavones, ya que hay infinidad de ellos en el suelo, y que cuando el vehículo pasa por encima los viajeros llegan a golpearse con las ventanas. Alguno que suele ponerse de pie antes de que el bus se detenga también ha llegado a caerse. Además al bajar corre el peligro de que algún usuario meta el pie en uno de los agujeros, de grandes dimensiones.
El problema puede acrecentarse con las lluvias, ya que el tamaño de los agujeros aumenta, y llegará el momento en el que los bajos de los autobuses choquen con el firme.


En materia de seguridad el comité de empresa de Comes señala que no hay un vigilante en las instalaciones, y que el personal de la concesionaria no está uniformado ni puede identificarse si los usuarios necesitan algún tipo de información o ayuda.
Los extintores tampoco cuentan con las pertinentes revisiones periódicas, y en algunos casos, como comprobó este diario, el último timbrado data del año 2011.
El Ayuntamiento informó en agosto de que la concesionaria iba a invertir 92.285 euros en la reforma de la estación. Efectivamente fue cambiada la valla perimetral, que presentaba un pésimo estado de conservación y se pintó todo el exterior. En el interior también se reformaron los aseos, pero según pudo comprobar este diario no cuentan con agua corriente, ya que hay algunos grifos que no tienen pulsador para que salga el agua e incluso algún lavabo que ni siquiera tiene grifo. Tampoco suele haber papel higiénico.
Los conductores recuerdan que antes había un servicio para uso exclusivo de los trabajadores, pero que cuando se llevó a cabo la reforma se cerraron y desde entonces no tienen acceso a ellos. Ahora se ven obligados a ir a los aseos del bar que hay frente a la estación. "Hay veces que perdemos mucho tiempo al ir al baño porque tenemos que esperar cola. Los viajeros son los perjudicados porque antes tardábamos menos de cinco minutos", explica el comité de empresa.
Además en el falso techo de la estación hay algunos agujeros con cables a la vista de cualquiera.
El comité de empresa de Comes lamenta esta situación, además por la seguridad de los usuarios, por la mala imagen que se llevan muchos viajeros de la ciudad, ya que es el primer lugar que ven a su llegada. Algunas autobuses de excursiones que van a Gibraltar aparcan en la estación y desde ahí los viajeros van a pie hasta el Peñón y no pueden hacer uso de los aseos y se encuentran con unas instalaciones en mal estado de mantenimiento.
Los representantes de los trabajadores de Comes también lamentan la actitud de la empresa concesionaria, Los Amarillos, que no tiene en cuenta sus demandas. También aseguran que el jefe de la estación mantiene una actitud poco dialogante y que una de las medidas que ha tomado es prohibir a los conductores de Comes aparcar en el interior de la estación, algo que antes sí podían hacer, como los del resto de compañías de transporte.
El comité de Comes pone como ejemplo de esa actitud que el encargado de las instalaciones ha vallado uno de los andenes, que los conductores antes usaban como zona de descanso, para aparcar su coche particular.
Ante el estado que presenta la estación el comité de empresa de Comes se está planteando la posibilidad de dejar a los viajeros fuera de las instalaciones para evitar daños a los vehículos y molestias a los usuarios. También pretende trasladar esta situación a la Inspección de Trabajo.

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