13 de agosto de 2009

LA NOCHE DE LAS BARBACOAS

Ya se acerca la fecha, El trofeo de los Trofeos, se disputará Dios mediante este fin de semana. Con el llegan las renovadas alegrías de los aficionados cadistas, de ver nuevamente a su equipo por buen camino. También llegan cientos de aficionados con ganas de ver un adelanto de la temporada y la ciudad ha de estar preparada para ello. Tanto para los que vienen de paso, como para los que se quedan todo el fin de semana. Por ello es el mejor momento para hacer de agosto el agosto de muchos. Comerciantes, hosteleros, vendedores ambulantes, y un largo etc de familias que se benefician de estos días de bonanza pasajera. El nuestro, el del transporte es uno de los sectores que pueden salir mejor beneficiados, a la vez de dar una imagen al exterior de ciudad bien organizada en eventos masivos.

Pero lamentablemente no va a ser así, como años anteriores, a partir de el control horario y acotamiento de las barbacoas del Carranza, pero sobre todo a raíz de que Costas intentase suprimir el evento. Al Ayuntamiento de Cádiz, le ha salido un grano bien gordo que se ha transformado poco apoco en quiste. Va a ser practicamente imposible erradicar esta fiesta al menos en los proximos diez años. Pero lo que es peor es tener el enemigo en casa. ADIF antes RENFE aprovecha todo lo que puede cualquier ocasión de hacer caja. Y no le tiene miedo ni escrupulos a nada ni a nadie. La Pela es la Pela, como dicen por tierras Republicanas.
Pero el Consorcio es otra cosa, aquí si se nota quien manda. La prueba la tuvimos el año pasado cuando se consideró la noche de las barbacoas como una normal, y pudimos ver miles y miles de personas deambulando desde las tres de la madrugada demandando transporte para regresar a sus casas.
Este año se quieren curar un poquito en salud, y han anunciado a bombo y platillo "un refuerzo de las lineas de cercanias",como si eso fuese una solución. De que sirve retrasar la última salida del sábado de las M10-M11-M20-y M31 a la 1 de la madrugada,y adelantar a las 6.00 las salidas del Domingo, esto solo complica aún más la situación. Los que vienen a las barbacoas esta por aqui como muy tarde a las 12 de la noche, pero los que quieren irse estan en las paradas desde las tres de la madrugada.
Al margen de que esto sea más o menos lucrativo, por encima de todo esta el caracter de servicio público y de servicio a la comunidad que el transporte debería de ser. A todo este potaje veraniego ha de añadirse un elemento indispensable, las pesimas condiciones en las que los conductores realizan su trabajo, sobre todo los primeros servicios. cientos y cientos de usuarios agolpados que no quieren quedarse en tierra y ademas quieren viajar gratis.
Desde el coche de la hora queremos enviar nuestro apoyo a todos los compañeros que tengan su turno ese día, y de paso les recomendamos que no se compliquen la vida por nada, no merece la pena preocuparse por quienes solo buscan sus propios intereses.

Un saludo de El Chofer De El Coche De La Hora

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lamentablemente ha vueltoa a ocurrir otro año más. Fueron muchos los usuarios de la Barriada del Rio San Pedro los que se quedaron boqui-abiertos viendo pasar los autobuses desde Puerto Real completos y sin realizar las dos paradas de dicha barriada. El Consorcio y T.G. Comes siguen sin enterarse de que la coche de las Barbacoas es una noche especial, donde miles de usuarios intentan por todos los medios trasladarse a la capital gaditana en un medio de transporte público. Después que no venga el director de turno excusándose de la falta de liquidez de la empresa para poder abonar las nóminas, y por supuesto que tampoco se excuse en las distintas comisiones que los días especiales son pocos y estos no alivian las pérdidas anuales. Cuando las vacas vienen flacas, no tenemos más remedio que claudicar al destino, pero cuando las vacas aparecen gordas, cualquier empresa con dos dedos de coherencia aprovecharía el momento. Pero claro, a los dirigentes de T.G. Comes, no solo le faltan los dos dedos de coherencia, sino que al parecer le faltan las dos manos. Así nos va.