31 de julio de 2010

PUBLICADO EN ANDALUCÍA INFORMACION

El pasado domingo, en la sección "EL LECTOR 2.0", de la edicion de Cádiz del periodíco Andalucía Información, nuestro compañero y miembro del Comité de empresa Francisco R. Ortiz de Galisteo Rios, publicó un articulo que a continuación transcribimos. Si alguien está interesado en descargarlo en PDF, puede descargarselo AQUÍ.

RECICLEMOS EL TRANSPORTE DE VIAJEROS POR CARRETERA

Desde que entrase en vigor la Ley de Ordenación de los Transportes Mecánicos por carretera de 27 de diciembre de 1947 y su reglamento de aplicación de 9 de diciembre del mismo año, ha llovido mucho por todo el Estado Español. Las diferentes modernizaciones que ha sufrido el transporte de viajeros por carretera, van desde el actual estado de las vías, a la aplicación de nuevas tecnologías en los vehículos industriales, como pueden ser las comunicaciones directas, la utilización del GPS, los nuevos materiales de construcción, las mejoras en seguridad, tanto activa como pasiva de los autocares, y sobre todo la adaptación de los motores a los nuevos combustibles menos contaminantes e igual o más efectivos.

El pasado 5 de julio de 2010, se podía leer un titular en EL PAIS, “El primer autobús de hidrógeno fabricado en España circula por Madrid”, a mitad del articulo aparecía el destino de dichos vehículos, “10 ciudades europeas, entre ellas Madrid y Barcelona”

En Marzo de 2006, Sevilla inició su apuesta por la modernización de sus vehículos, apostando por una energía alternativa al gasoil marcando un antes y un después en Andalucía, ya que en el año 2011 se convertirá sin duda alguna en la ciudad española con mayor flota de vehículos impulsados con GNC, algo más del 50% del total de vehículos.

Los datos del impacto medioambiental son demoledores, millones de litros de gasoil ahorrados y miles de toneladas de C02 dejadas de emitir a la atmósfera, así como toneladas de partículas sólidas contaminantes.

Cabe decir que al igual que Sevilla, Madrid, Toledo o Barcelona, otras muchas ciudades españolas han optado por la utilización del gas natural comprimido GNC, como alternativa al gasoil, por las mejoras que hacia todo el colectivo repercuten el uso de dicho combustible, y las ventajas que a la salud de los ciudadanos de grandes núcleos metropolitanos aporta. Multitud de países cuyas ciudades presentan necesidades importantes de potenciación del transporte colectivo, no sólo europeos, asiáticos y sudamericanos por ejemplo, incluso algunos productores importantes de hidrocarburos, han puesto su punto de mira en este combustible alternativo, mientras se perfecciona la célula de hidrogeno, al parecer la panacea a medio plazo, como combustible industrial.

Mientras por esta parte de Europa, las Administraciones se empeñan en hacerrnos ver que las plataformas ferroviarias son el futuro del transporte, y que hay que invertir en ellas hasta el último céntimo de euro, tranvías metropolitanos y trenes ligeros copan las inversiones públicas en transporte, dejando de lado al autobús, que además es el gran perjudicado en estos proyectos. Cuando para la realidad del transporte no deja de ser el autobús colectivo como medio más cercano, fiable, efectivo y porqué no, tradicional. Con el añadido de que para que sea rentable solo necesita una ocupación del 55% de las plazas. La alternativa del biodiesel ha resultado ser un autentico fracaso, la planta de Linares es un ejemplo de ello, cerró en abril después de recibir 24 millones de euros en ayudas, lo cual deja en entredicho dicho combustible como alternativa real al gasoil.

Quizás es la hora y porqué no, el momento que desde la Delegación de Empleo y Desarrollo Tecnológico, y la Agencia Andaluza de la Energía, entre otras, se apueste por renovar el transporte público en las dos grandes áreas metropolitanas de la provincia de Cádiz, así como en las ciudades con grandes necesidades de transporte.

Ello sin duda alguna supondría una auténtica renovación en el transporte de viajeros por carretera, dotando a la flota de la provincia de importantes avances tecnológicos, que el ciudadano necesitado de transporte público percibiría como una autentica apuesta de la Administración, de potenciación del uso del mismo. Como contrapartida habría que exigir a las empresas operadoras, el cumplimiento íntegro de la normativa actual en cuestión de tiempos de trabajo y descansos, lo que sin duda alguna daría lugar no sólo a la creación de numerosos nuevos empleos, sino también a la dignificación de la profesión de conductor de autobús, ambos marcados como objetivos prioritarios, en el actual PLAN COORDINADO INSPECCIÓN DEL TRANSPORTE.

Francisco Rafael Ortiz de Galisteo Ríos

Comité de Empresa de T.G.Comes S.A.


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